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Nimes


Nimes es una ciudad de la región francesa de Languedoc–Roussillon famosa por los monumentos que los romanos dejaron en ella. Dos son los tesoros arquitectónicos de época romana que destacan por encima de los demás: El Anfiteatro de Nimes y la Maison Carrée. En la ruta de hoy nos acercaremos a descubrir tanto estas dos magníficas construcciones romanas como otros lugares interesantes que hay que ver en Nimes.

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Datos Útiles


País: Francia
Idioma: Francés
Zona Horaria: GMT +1
Moneda: EUR
Requisitos de entrada: DNI Válido

Lugares más importantes que ver en Nimes

Nimes es una ciudad de unos 150.000 habitantes que se encuentra situada al sur de Francia, cerca de Marsella. En el siglo II a.C. los romanos ocuparon la antigua ciudad de Nemausus (la actual Nimes) convirtiéndola en uno de los principales núcleos urbanos durante los años de dominio romano. Esta ciudad era un enclave importante para ellos, ya que por aquí pasaba la conocida como vía Domitia, una vía que conectaba la península itálica con la península ibérica. Poco a poco la ciudad fue creciendo, llegando a alcanzar los 25000 habitantes. Al convertirse en un centro urbano tan importante, se comenzaron a levantar en la ciudad numerosas construcciones, llegando algunas de ellas hasta nuestros días en perfecto estado de conservación. De hecho, Nimes puede presumir de tener dos de los monumentos de la época romana mejor conservados del mundo.

Anfiteatro de Nimes les Arénes

Conocido como Las Arenas, estamos ante la gran atracción turística de la ciudad. Y es que nos encontramos ante una de las construcciones romanas mejor conservadas de cuantas han llegado hasta nuestros días. Este anfiteatro del año 27 a.C. es un claro ejemplo del talento y la maestría romana a la hora de construir grandes edificios.

Posee una estructura parecida a la del Coliseo de Roma, si bien el de Nimes ha conseguido llegar en un mejor estado de conservación hasta nuestros días. Sin embargo, sus dimensiones son menores que las del gran Coliseo de Roma: 133 metros de largo, 101 metros de ancho, 21 metros de alto, con dos alturas compuesta cada una por 60 arcos. El Anfiteatro de Nimes les Arénes tenía capacidad para unos 24000 espectadores.

El gran estado de conservación se debe a que, tras la caída del imperio, el recinto se utilizó con otros fines, como albergar un pequeño pueblo en su interior con casas e iglesias. El que prácticamente no haya estado nunca abandonado a su suerte es algo que, sin duda, ha contribuido a que haya llegado en un magnífico estado de conservación hasta nuestros días. Desde 1863, este formidable espacio se utiliza como plaza de toros.

Maison Carrée

Literalmente la “Casa Cuadrada”. Es el segundo de los grandes edificios de Nimes de época romana. Para llegar desde el Anfiteatro de Las Arenas hasta la Maison Carrée sólo hay que seguir la avenida Víctor Hugo.Se trata de un templo romano de orden corintio del siglo I d.C. que sorprende por el perfecto estado de conservación en el que se encuentra después de tantos siglos. De hecho, es difícil encontrar en el mundo una construcción romana que haya llegado en mejor estado hasta nuestros días. Al igual que sucede con el Anfiteatro, su privilegiado estado de conservación se debe a que, tras su construcción, siempre ha tenido algún uso (por ejemplo, durante tres siglos fue sede del ayuntamiento, para pasar posteriormente a cumplir otras funciones como caballeriza o centro de archivos). El templo, dedicado a Cayo César y a Lucio César, transmite armonía gracias a sus perfectas proporciones. En su interior se proyectan vídeos de la historia de la ciudad en la época romana.

Tour Magne

Nimes era un centro estratégico clave para los romanos, ya que por ella pasaba la Vía Domitia, que conectaba Italia con Hispania, razón por la que tenía que ser fuertemente protegida. La ciudad contaba con un complejo sistema defensivo compuesto por una muralla de siete kilómetros de longitud y numerosas torres defensivas. Lamentablemente, sólo una de las torres ha llegado hasta nuestros días, la conocida como Torre Magna. Fue levantada en el año 15 a.C. y sólo conserva la parte inferior. A pesar de que la Tour Magne no llegado completa hasta nuestros días, estamos ante uno de los monumentos más destacados de Nimes. Sus algo más de 30 metros de alto la convierten en un enclave perfecto para disfrutar de maravillosas vistas de la ciudad.

Jardins de la Fontaine

La Torre Magna se encuentra cerca de los Jardins de la Fontaine, otro de los lugares más importantes que ver en Nimes. Estos jardines se construyeron en el año 1745 por encargo de Luis XV y están considerados como uno de los primeros jardines públicos que se crearon en toda Europa. Aquí se halla el manantial que dio origen a la ciudad conocido como Manantial sagrado de Nemazat. Se trata de un bellísimo espacio repleto de fuentes y con una rica vegetación. En definitiva, los Jardins de la Fontaine son unapacible lugar donde los habitantes de Nimes se acercan para pasar agradables ratos los fines de semana.

Templo de Diana

No nos alejamos de estos jardines para poder conocer otro de los monumentos más importantes de esta zona de la ciudad: Las ruinas del Templo de Diana. Aunque sólo quedan los restos, algunas partes de la construcción han sobrevivido hasta el día de hoy. Levantada en el siglo I, no está muy clara la función que tenía este espacio. Se piensa que pudo ser una biblioteca por algunos de los elementos que lo componen.

Otros lugares que hay que ver en Nimes

Aunque los monumentos hasta ahora citados son los principales, Nimes esconde en sus calles otros muchos tesoros arquitectónicos. Estos son algunos de ellos:

Puerta de Augusto: Se trata de una de las puertas que pertenecían a la muralla que defendía la ciudad y que era atravesada por la Vía Domitia. Posee cuatro puertas de entrada: dos para los transportes rodados de la época y dos por las que pasaban las personas caminando.

Iglesia de San Baudilio: Enfrente de la Puerta de Augusto. Construida en la segunda mitad del XIX en estilo neogótico. Consagrada a este mártir.

Catedral de San Castor: En el centro histórico. Data de finales de Siglo XI. Consagrada por el papa Urbano II en 1096. Mezcla estilos románico y gótico

Place de L´Horloge (Plaza del reloj): En el centro histórico de Nimes, cerca de la Catedral. Destaca la Torre del reloj de más de 30 metros que pertenecía al ayuntamiento. Plaza muy animada en la que hay terrazas, restaurantes, bares y tiendas.

Carré d´Art: Enfrente de la Maison Carrée. Norman Foster creó este moderno edificio en 1993 en acero y cristal. Posee una biblioteca con numerosas obras y un museo de arte contemporáneo.


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