Seguramente, si te digo términos como “sillar”, “Misti”, “Tuturutu”, “Juanita” y “Picanterías” no te suenen de nada, sin embargo, todas estas son palabras relacionadas con cosas o lugares que hay que ver en una de las ciudades más bonitas de Perú, Arequipa.
Qué ver en Arequipa
Y es que, si preguntásemos a nuestros conocidos y amigos por cuáles creen que son las ciudades más bonitas de Sudamérica, posiblemente la mayoría nos respondería que Santiago de Chile, Lima o Buenos Aires, por poner solo tres ejemplos. Sin embargo, hay en Sudamérica muchas ciudades que son menos conocidas, que no son capitales de su país, y que sorprenden al viajero por su belleza. Este es el caso del lugar que descubriremos hoy, Arequipa.
Situada en la zona sur del país, Arequipa es una de las ciudades más importantes de Perú. Su centro histórico está repleto de edificios construidos con sillar (primera de las palabras de la introducción), una piedra de origen volcánico de color blanco que es la responsable de que a Arequipa se la conozca como la “Ciudad blanca”. Además, el cuadro de esta ciudad andina lo completa un entorno natural de cautivadora belleza en el que sobresalen tres volcanes, entre ellos el imponente volcán Misti (segunda de las palabras de la introducción). Arequipa fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 2000.
Plaza de Armas de Arequipa
Empezamos la ruta por Arequipa en el centro neurálgico de la ciudad, su corazón, el lugar que eligen los locales para disfrutar de una agradable tarde sentados bajo las palmeras y la primera de las sorpresas que deja esta ciudad al turista, la Plaza de Armas de Arequipa.
En el centro de esta monumental y cuidada plaza arequipeña hay una fuente coronada por un personajillo que toca una trompeta conocido como el “Tuturutu” (tercera de las palabras de la introducción). Si desviamos la vista a tres de los laterales de la plaza nos encontraremos con preciosos edificios porticados con tiendas y bares que animan a hacer un alto en el camino. Pero es la Catedral de Arequipa, situada en el cuarto lateral, la que se lleva la mayor parte de las miradas en la que es, sin duda, una de las plazas más bonitas de Sudamérica.
Basílica Catedral de Arequipa
Como decíamos, es la Basílica de la Catedral de Arequipa la gran protagonista de la Plaza de Armas. Estamos ante un imponente templo del siglo XVII construido con ese sillar blanco tan característico de esta zona de Perú. En su larga fachada de estilo neorrenacentista hay tres portadas, siendo la central la que más llama la atención. En el interior son un gigantesco órgano y un majestuoso púlpito francés lo más destacable. Además, la catedral cuenta con un museo.
Museo Santuarios Andinos
A escasos metros de la Catedral y de la Plaza de Armas se encuentra otro de los imprescindibles de Arequipa, el Museo Santuarios Andinos, al que se le conoce por sus siglas MUSA. En las 5 salas del museo se muestran varios objetos antiguos de importante valor arqueológico. Sin embargo, es el cuerpo momificado de una niña la reina indiscutible de este espacio museístico. Así es, en una cámara congelada está la Momia Juanita (cuarta de las palabras de la introducción). Se trata del cuerpo de una niña del siglo XVI con un golpe en la cabeza, posiblemente debido a que fue víctima de un sacrificio como ofrenda a los dioses, que fue encontrada por unos alpinistas en la cima del volcán Ampato a finales del siglo XX. El hecho de que su cuerpo estuviera a bajas temperaturas explicaría su magnífico estado de conservación.
Iglesia de La Compañía de Jesús
No hay que desplazarse mucho para encontrar el siguiente de los monumentos que pueblan el casco histórico de Arequipa, la Iglesia de la compañía de Jesús, del siglo XVII y que vuelve a ser una vez más reflejo de las típicas construcciones con sillar de la ciudad andina. De estilo barroco, llama la atención su ornamentada fachada. En el interior, es el altar mayor el centro de las miradas. Además, posee un bonito claustro.
Monasterio de Santa Catalina
Nos movemos unos metros, aunque no salimos del casco histórico, para encontrar el que puede ser el monumento más importante que ver en Arequipa, el Monasterio de Santa Catalina, del siglo XVI. Sus extraordinarias dimensiones, más de 20000 metros cuadrados, hacen que muchos lo consideren como una pequeña ciudad en sí misma. Esa estructura de ciudad se la da varias coloridas calles (con la curiosidad de que tienen nombres de ciudades españolas), patios y algunos edificios religiosos, además de otras estancias, formando todo ello un complejo de enorme valor arquitectónico donde residen todavía algunas monjas de clausura. Sin duda, uno de los lugares que hay que ver en Arequipa.
Complejo de San Francisco
El último de los edificios religiosos imprescindibles de la ciudad peruana es el Complejo de San Francisco, formado por la iglesia y el convento. Es de mediados del siglo XVI y en él destaca su claustro.
Casa-Museo de Mario Vargas Llosa
El escritor peruano nació en Arequipa. Una buena manera de acercarse a la figura del autor de “La fiesta del Chivo” o “La ciudad y los perros” es visitando su casa museo.
Gastronomía en Arequipa
En los últimos años, la gastronomía peruana se ha puesto de moda. Pero no solo la capital, Lima, se ha convertido en un punto de referencia gastronómico en el país andino, sino que otras ciudades como Arequipa también pueden presumir de ello. Así, una buena manera de conocer la gastronomía local es visitando su mercado más conocido, el Mercado de San Camilo, donde además de conocer los productos locales podremos dar buena cuenta de platos de la gastronomía peruana en alguno de sus puestos. Otra opción para empaparse de la oferta gastronómica de la ciudad es acercarse a comer a alguna de las tradicionales picanterías arequipeñas (última de las palabras de la introducción).
Mirador de Yanahuara
Como siempre, recomendamos terminar la visita a una ciudad acercándose, si tiene, a alguno de sus miradores para poder tener una vista más amplia de todo lo que nos ofrece. En Arequipa hay tres miradores importantes, el Mirador del Carmen, el Mirador de Sachaca y el Mirador de Yanahuara. Sin embargo, es este último el que seguramente nos deje mejor sabor de boca. Para llegar hasta él debemos dejar el casco histórico arequipeño, cruzar el río Chili y caminar unos minutos. Una vez que lleguemos al Mirador de Yanahuara nos recibirá un espacio con 9 arcos levantados en sillar blanco en los que se pueden leer inscripciones sobre la ciudad. Como colofón, unas increíbles vistas de la ciudad con el volcán Misti como telón de fondo.
Por último, para aquel que quiera disfrutar de una experiencia única puede viajar 200 kilómetros hasta el espectacular Cañón del Colca para disfrutar del vuelo de los cóndores.