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Qué ver en Cadaqués, el pueblo blanco y bohemio de la Costa Brava


Una carretera serpenteante e interminable avanza entre montañas. Por un momento, pareciera que nunca vamos a llegar a nuestro destino. Finalmente, una amplia panorámica se abre ante nosotros. Abajo, un puñado de casas de un blanco impoluto se funden con el azul del mar. Hoy nos acercamos a conocer uno de los pueblos más impresionantes del Mediterráneo y te hablamos de todo lo que hay que ver en Cadaqués.

Cadaqués Cadaqués Cadaqués Cadaqués
Datos Útiles


País: España
Idioma: Español
Zona Horaria: GMT +1
Moneda: Euro
Requisitos de entrada:

Lugares imprescindibles que ver en Cadaqués

Cadaqués se encuentra situado al nordeste de la provincia de Girona (es famosa por ser la primera localidad en recibir al sol de toda la Península Ibérica), en la comarca del Alto Ampurdán. Bohemio y marinero a partes iguales, te contamos todo lo que hay que ver en Cadaqués, la perla de la Costa Brava, y uno de los pueblos más bonitos no solo de Girona, sino incluso de toda España.

Casco antiguo de Cadaqués

Lo primero que hay que hacer nada más poner un pie en Cadaqués es perderse por su coqueto casco antiguo. Tres adjetivos nos servirían para definirlo: fotogénico, blanco y bohemio.

Fotogénico: una vez que nos adentramos en el casco viejo de Cadaqués, conviene no guardar la cámara en ningún momento. Desde que se atraviesa el arco que da paso a esta parte del pueblo, nos encontramos con numerosos rincones con gran encanto, escondidos entre un laberinto de estrechas callejuelas adoquinadas. Algunas de las calles más bonitas son Carrer es Call, Santa María y Sant Antoni. Por cierto, remarcando ese espíritu marinero de Cadaqués, el suelo de algunas de las calles de su casco viejo está cubierto por “El Rastrell”, proceso por el cual se pavimentan las calles con piedras sacadas de la orilla del mar.

Blanco: Sin duda, ese es el color que predomina en el casco viejo de Cadaqués. El blanco lo inunda todo, proporcionando esa luminosidad tan característica de muchos de los pueblos mediterráneos. Solo a veces, el blanco de las casas desaparece y es tomado por un manto de buganvillas que cuelga de las fachadas.

Bohemio: Bohemio por sus galerías de arte y por sus coquetas tiendas, pero también por la huella que en el pueblo dejaron grandes artistas que no pudieron resistirse a sus encantos como Federico García Lorca, Buñuel, Miró, Chagall y, sobre todo, Dalí.

Iglesia de Santa María

Mientras vamos subiendo por las calles de ese casco antiguo tan blanco, bohemio y fotogénico, llegará un momento en el que alcanzaremos la Iglesia de Santa María, construcción más importante de la población. Se trata de un templo del XVI con un exterior blanco sin demasiados adornos y que guarda en su interior varios retablos, destacando el que está dedicado a la Virgen de la Esperanza. Sin duda, su gran baza es su excelente ubicación en la parte más alta del pueblo que lo convierten en un maravilloso mirador, regalándonosvistas increíbles del pueblo y el mar.

Casas modernistas

Realmente, Cadaqués no cuenta con un conjunto monumental demasiado extenso, sin embargo, la localidad posee un puñado de casas modernistas muy interesantes. Muchas de ellas fueron levantadas por indianos, es decir, aquellas personas que marcharon a América a probar suerte y que a su regreso construyeron grandes casonas con la fortuna que hicieron al otro lado del charco. De entre todas ellas, destaca la Casa Blaua, también conocida como Casa Serinyana, de comienzos del siglo XX.

Paseo Marítimo de Cadaqués

Además de bohemio, Cadaqués es un pueblecito estrechamente relacionado con el mar. De hecho, una de las cosas que hay que hacer en Cadaqués es caminar tranquilamente por su Paseo Marítimo. Allí nos recibirá la estatua de Salvador Dalí, descubriremos las pequeñas playas de su casco urbano y podremos disfrutar de un agradable café en alguna de sus terrazas, como la del edificio del casino… pero, sobre todo, guardaremos en nuestra cámara la postal que se vislumbra desde algunos puntos del paseo, con las barquitas de pescadores danzando al son de las olas y el blanco del pueblo como telón de fondo.

Casa-Museo de Salvador Dalí

Como ya hemos comentado, son muchos los artistas que llegaron a Cadaqués en busca de inspiración. Sin embargo, sería Salvador Dalí el que quedaría ligado a este pueblo de la Costa Brava para siempre. Y es que, el pintor se enamoró de una pequeña y tranquila población situada a apenas 15 minutos caminando de Cadaqués, conocida como Portlligat. Allí se establecería con Gala, en una pequeña casa de pescadores, en la década de los 30. Hoy, aquella casa en la que residieron es un museo en el que conocer mejor la obra del genio de Figueres.

Playas de Cadaqués

La Costa Brava es famosa por esconder preciosas calas en las que disfrutar de un agradable día de Playa. Si no queremos alejarnos mucho de Cadaqués, tenemos la opción de quedarnos en algunas de las pequeñas calas de su entorno, como Platja Gran o Sa Conca. Otra opción es coger el coche y acercarnos a conocer las calas y playas más bonitas del Cap de Creus.

Cap de Creus

Precisamente, si tras la visita a Cadaqués disponemos de más tiempo, uno de los mejores planes que podemos hacer es acercarnos a conocer las calas, playas y espectaculares paisajes que nos regala el Cap de Creus(Cabo de Creus). Rutas senderistas que atraviesan los maravillosos parajes del parque natural del mismo nombre; playas y calas de extraordinaria belleza como Cala Jugadora, Cala Culip o Cala Portaló; y famosas construcciones como el Faro del Cap de Creus o el Monasterio de Sant Pere de Rodes, construcción románica levantada entre los siglos IX al XI, son solo algunos de los atractivos que nos regala uno de los espacios naturales más espectaculares de Cataluña.


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