Pasear por el puerto y dejarse llevar por el olor a mar y a pueblo pesquero, realizar la ruta de los miradores y pararse a cada rato para disfrutar de unas vistas preciosas, degustar delicioso pescado y marisco acompañado de una sidra en la Plaza de la Marina. Visitar Cudillero significa despertar los sentidos para poder vivir una experiencia diferente.
En la costa asturiana, a poco más de 25 kilómetros de Avilés, y a unos 55 kilómetros de Oviedo, está Cudillero, sin duda, uno de los pueblos más bonitos de Asturias. Su particular ubicación, junto al mar y en la ladera de una montaña, obligó a que casas y demás construcciones tuvieran que progresar por la falda de la montaña, haciendo de esta particularidad el mayor de los encantos de Cudillero.
Aunque Cudillero es un pueblo pequeño y se puede ver en una mañana o una tarde, recomendamos disfrutar de él tranquilamente: pararnos en cada mirador para captar la esencia del pueblo y disfrutar de vistas increíbles, sentarse el tiempo que haga falta en el puerto mientras observamos como faenan los pescadores desde sus pequeñas barcas, dejar que el tiempo pase lentamente en cualquier restaurante de la Plaza de la Marina mientras damos buena cuenta de una sidra o de los deliciosos platos de la cocina asturiana. A continuación te contamos todo lo que hay que ver si decides visitar Cudillero.
Qué ver en Cudillero
Estos son algunos de los lugares que hay que ver en Cudillero, uno de los pueblos más bonitos de la costa asturiana.
Un primer vistazo a Cudillero
Encajonado entre mar y montaña, lo primero que nos sorprende de Cudillero es cómo ha sabido adaptarse a la ladera de la montaña, creando un laberinto de callejuelas donde coloridas casas parecen superponerse unas sobre otras. No es de extrañar que, con esa singular morfología, lo mejor que se puede hacer en Cudillero es callejear: subir cuestas, detenerse en uno de sus numerosos miradores para sacar la cámara y conseguir imágenes únicas, volver a bajar, descubrir un rincón con encanto, cerrar los ojos y capturar por un momento el olor del mar, sorprenderse con las llamativas casas de colores tan características de Cudillero…
Plaza de la Marina
Una vez que hemos echado un primer vistazo a Cudillero, llega el momento de descubrir todo lo que esta villa asturiana es capaz de ofrecernos con más tranquilidad.
Cuando llegues a Cudillero, lo primero que te llamará la atención es el conjunto que forman las casas de Cudillero encaramadas a la ladera y la Plaza de la Marina a sus pies. Solo cuando estés en la plaza y eches la vista hacia arriba, entenderás al momento porque a este bonito lugar se lo conoce como “El Anfiteatro”. Así es, la Plaza de la Marina parece el escenario de ese anfiteatro; la gente que se encuentra en ella, los actores representando una obra; y las casas escalonadas que trepan por la ladera por encima de la plaza, los graderíos.
Ser uno de los protagonistas del escenario en el que se convierte cada día la Plaza de la Marina es muy fácil: basta con sentarse en alguno de sus numerosos bares y restaurantes y probar los deliciosos platos de la cocina asturiana.
Un encantador pueblo pesquero: el Puerto y el faro de Cudillero
Esa relación de amor de Cudillero con el mar tiene en el puerto y el faro a sus más fervientes valedores.
Muy cerca de la Plaza de la Marina encontramos el puerto viejo de Cudillero. A esta villa asturiana siempre se la ha conocido por su particular encanto como pueblo pesquero. Pequeñas barcas faenando, el olor del Cantábrico, la brisa del mar, las olas rompiendo contra las rocas, la lonja a unos metros de distancia… son muchos los elementos que hay en el puerto viejo de Cudillero que nos confirman esa sensación de pueblo que abraza el mar.
El Faro de Cudillero es el segundo de los lugares de la villa que confirman la estrecha relación que existe entre el pueblo y el mar. Se trata de una construcción de 1858 que se asienta en un acantilado de 75 metros de altura y que fue levantado para sustituir al obsoleto modo que hasta entonces se tenía para guiar a los barcos que se acercaban a la escarpada costa de Cudillero. Aunque no es posible visitarlo, merece la pena llegar hasta él por sus maravillosas vistas y para disfrutar de esos instantes de paz y tranquilidad que nos regalan los faros, en especial al atardecer.
Ruta de los miradores
Una de las mejores cosas que hacer en Cudillero es realizar la Ruta de los miradores. Varias rutas señalizadas indican al visitante los puntos donde encontrará alguno de los miradores que hay repartidos por el pueblo. Desde todos ellos tendremos inigualables vistas del mar y del pueblo. Los encontrarás mientras paseas por las calles de Cudillero. Algunos de ellos son el “Mirador de la Atalaya”, el “Mirador de la Garita”, el “Mirador del Pico”, el “Mirador de Cimadevilla”, el “Mirador del Baluarte” y el “Mirador del Contorno”. Si no tienes tiempo para conocerlos todos, siempre puedes acercarte a la Oficina de Turismo de Cudillero y preguntar qué miradores son los que cuentan con mejores vistas.
Otros lugares que ver en Cudillero
Además de todos los lugares de los que te hemos hablado, hay en Cudillero algunos monumentos muy interesantes como la Capilla del Humilladero, construcción gótica del siglo XIII y la Iglesia de San Pedro, del siglo XVI.
Alrededores de Cudillero
Una vez que hayas recorrido Cudillero de arriba abajo, puedes coger el coche y buscar algunos de los lugares con encanto que se encuentran cerca de Cudillero.
Playas cerca de Cudillero: la más famosa es, sin duda, la Playa del Silencio. Estamos ante una playa de unos 500 metros, bañada por un mar de aguas transparentes y acompañada por varios acantilados. Otras playas a las que te puedes acercar cerca de Cudillero son la Playa de la Concha de Artedo, la Playa de las Rubias, la Playa de San Pedro de la Ribera o la Playa de Aguilar.
Cabo Vidio: si lo que buscas en tu visita a la costa asturiana son espacios naturales que te dejen sin aliento, entonces Cabo Vidio es tu lugar. Te esperan acantilados de casi 100 metros de altura y unas vistas de esas que se te quedan guardadas en la retina durante mucho, mucho tiempo, en especial al atardecer.
Palacio La Quinta de Selgas: En una población cercana a Cudillero, El Pitu, encontramos una de las construcciones más espectaculares de Asturias, el Palacio de Quinta de Selgas, también conocido como el “Versalles asturiano”. Se trata de un recinto palaciego de finales del siglo XIX que recrea esos imponentes palacios franceses que tanta importancia dan a sus jardines. Eso es lo que encontramos en el Palacio de Quinta de Selgas: aroma francés, preciosos jardines y un interior que guarda auténticos tesoros.