8 MERCADOS DE ABASTOS ESPAÑOLES QUE HAY QUE VISITAR

Algunos de estos mercados, como el de La Boquería de Barcelona, el Mercado Central de Valencia o el Mercado de Abastos de Santiago de Compostela, se han convertido en una cita imprescindible para los turistas. Otros, como el Mercado de Colón de Valencia, son magníficos ejemplos de un estilo arquitectónico determinado, en este caso del modernismo. Incluso algunos de ellos pueden hasta presumir de poseer un récord Guinness, como el Mercado de la Ribera de Bilbao, que consiguió en el año 1990 el título de Mercado de Abastos más completo del mundo. Visitamos algunos de los más bonitos Mercados de Abastos de la geografía española en los que, además de hacer la compra y degustar deliciosos platos, podremos admirar y fotografiar su exquisita arquitectura.

Mercado de la Boquería en Barcelona

El Mercado de La Boquería es, sin lugar a dudas, uno de los más famosos de Europa. A mitad de camino de Las Ramblas se encuentra el Mercado de Sant Josep, más conocido como Mercado de la Boquería. Se cree que el lugar que hoy ocupa el mercado era utilizado ya en la edad media por los vendedores ambulantes para ofrecer carne. En el año 1840 se coloca la primera piedra, pero habría que esperar hasta el 1914 para que se le añadiera la cubierta metálica y se nos presente con la imagen que conocemos en la actualidad.

Desde entonces, el Mercado de la Boquería se ha convertido en un reclamo turístico más de la ciudad condal. Los turistas que bajan desde Plaza Catalunya hasta el monumento a Colón buscan la entrada del mercado para hacerse unas fotos en tan insigne lugar y, ya de paso, comprar alguno de los productos que se ofrecen en los numerosos puestos del mercado. El resultado es una curiosa mezcla de compradores eligiendo los pescados o las verduras que se van a llevar a casa junto con los miles de turistas que pasan cada día por el mercado y se paran a hacerse fotos en cada uno de los puestos.

Y no es de extrañar que los turistas se vuelvan locos haciendo fotos del interior del mercado, pues lo que allí se muestra es un goce para los sentidos. Los vendedores cuidan hasta el más mínimo detalle en la presentación de sus productos, algo que llega hasta tal punto que es posible ver los productos de un determinado puesto ordenados por colores y formas. Además de los puestos de pescados, frutas, verduras, carne… en el mercado hay varios bares donde hacer una parada para tomar un café o comer algo.

Mercado de Colón en Valencia

Valencia tiene la suerte de contar con dos de los Mercados de Abastos más bonitos de España. El Mercado de Colón es una joya del Modernismo. Fue levantado entre los años 1914 a 1916 por Francisco Mora. En su creación se nota la influencia de otros ilustres arquitectos de finales del siglo XIX y comienzos del XX como Lluis Domènech i Montaner o del propio Gaudí. De hecho, la fachada del mercado puede recordar a los pabellones del Hospital de la Santa Creu y Sant Pau de Barcelona.

Declarado Monumento Nacional, el edificio mezcla a la perfección varios elementos constructivos como hierro, ladrillo y cerámica, añadiendo al conjunto un buen número de detalles ornamentales que hacen de él uno de los tesoros más buscados de la ciudad del Turia. En el año 2003 se llevó a cabo una restauración del mercado.

El resultado son tres espaciosas naves que dan cobijo tanto a puestos de frutas, verduras, pescados o quesos como a bares, restaurantes, cervecerías u horchaterías. Visitar el Mercado de Colón es una excelente opción no sólo para los que buscan degustar los mejores productos mediterráneos, sino también para aquellos que son unos enamorados de la arquitectura modernista.

Mercado Central de Valencia

Como decíamos, la capital valenciana cuenta con dos bellísimos mercados. El Mercado Central de Valencia es otro de los mercados de la capital del Turia que hay que visitar. De hecho, este espacio es para la BBC uno de los mercados más bonitos del mundo.

Considerado una de las más bellas muestras del modernismo, fue diseñado por los arquitectos barceloneses Francesc Guàrdia i Vial y Alexandre Soler. Su construcción se inició en el año 1914 y finalizó en el 1928, empleando para ello materiales como el vidrio, la cerámica y el hierro. El conjunto arquitectónico es rematado por una imponente cúpula de vidrio y hierro.

El edificio se encuentra situado cerca de otro de los edificios más buscados de la ciudad valenciana como es la Lonja de la Seda. En su interior se venden productos frescos de la huerta valenciana y además es posible almorzar en alguno de los bares que hay repartidos por el mercado.

Mercado de Atarazanas de Málaga

El elemento más sobresaliente del Mercado de Atarazanas de Málaga es su puerta. Se trata de una puerta de mármol del siglo XIV de estilo nazarí que formaba parte de un taller naval árabe que se encontraba en el mismo lugar donde hoy se ubica el mercado. De hecho, el nombre del mercado, Atarazanas, procede del término que se da a los lugares donde se construyen y reparan barcos.

La construcción del actual mercado se debe al arquitecto Joaquín Rucoba y se llevó a cabo entre los años 1876 y 1879 tomando como modelo el mercado de Les Halles de París, de ahí que el elemento predominante en el edificio sea el hierro fundido. Entre los años 2008 y 2010 se llevó a cabo una importante remodelación.

Mercado de la Ribera de Bilbao

El Mercado de la Ribera de Bilbao es un mercado de records. En 1990 fue nombrado como el mercado más completo del mundo por el Guinness; además, sus 10000 metros cuadrados lo convierten en el mercado cubierto más grande de Europa. En tan amplio espacio, el visitante puede elegir entre una gran variedad de puestos y productos.

Fue construido en el año 1929 por Pedro Ispizua junto a la ría de Nervión. La idea era la de crear un espacio abierto, sin columnas, que además permitiera la entrada de la luz natural. El resultado fue un edificio de estilo Art-Decó con grandes cristaleras y espacio abierto para que los vendedores puedan ofrecer sus productos a todos aquellos que se acercan hasta este bonito edificio del casco viejo bilbaíno.

Mercado del Tinglado de Tolosa

No queremos dejar pasar la oportunidad de mencionar en nuestra lista el Mercado del Tinglado de Tolosa, levantado entre los años 1899 y 1900 por el arquitecto Juan Alejandro Múgica. Se trata de una construcción alargada que tiene como marco de lujo la ribera del rio Oria. La combinación del edificio del mercado, la ría, el puente, las casas que lo rodean y las montañas crean una bellísima postal en esta población guipuzcoana.

Mercado de Abastos de Santiago de Compostela

Seguramente, el Mercado de Santiago de Compostela sea el que mejor refleje lo que entendemos por Mercado de Abastos de todos los que hemos mencionado en nuestra ruta de hoy.

Sus ocho naves acogen una gran multitud de puestos en los que los vendedores y vendedoras ofrecen a visitantes y turistas los famosos productos de la tierra como mariscos y todo tipo de pescados. Tanto por la belleza del edificio como por la atmósfera que se respira en su interior, el Mercado de Abastos de Santiago de Compostela se ha convertido en el segundo monumento más visitado de la ciudad.

Mercado de San Miguel de Madrid

Aunque no sea un mercado de abastos tradicional como puede ser el que acabamos de ver de Santiago de Compostela, por su particular atmósfera, queríamos terminar esta ruta por los mercados de abastos de la geografía española con el Mercado de San Miguel de Madrid.

El mercado se encuentra en la plaza de San Miguel, cerca de la plaza mayor, en una zona comercial muy transitada de la capital. Fue diseñado por el arquitecto Alfonso Dubé a comienzos del siglo XX y se trata del único mercado de Madrid realizado en hierro. En su interior, unos puestos ofrecen productos más tradicionales y otros ofrecen productos más refinados o gourmets. En el Mercado de San Miguel también es posible degustar tapas, asistir a eventos gastronómicos o disfrutar del noble arte del vermut.