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Descubriendo la Muralla de Ávila


La Muralla de Ávila ha recibido todo tipo de elogios: “símbolo universal”, “icono de Ávila”, “ejemplo único de arquitectura medieval en Europa”, “Recinto amurallado mejor conservado de Europa”, “Uno de los monumentos más importantes de España” … y todos los elogios recibidos son ciertos y merecidos. Y a tanto piropo habría que sumar que, junto a las iglesias románicas de extramuros y el Casco Antiguo abulense, pasó a engrosar en el año 1985 la lista de lugares Patrimonio de la Humanidad

Datos Útiles


País: España
Idioma: Español
Zona Horaria: GMT +1
Moneda: Euro
Requisitos de entrada:

En la serie que estamos dedicando a los monumentos más importantes de España volvemos, tras la visita que realizamos al Acueducto de Segovia, a la comunidad castellanoleonesa para descubrir otro de los monumentos más importantes de una región que cuenta con un extensísimo conjunto arquitectónico.

 

Breve historia de la Muralla de Ávila

Resulta imposible resumir más de 900 años de historia en apenas unas líneas, pero lo intentaremos. Se cree, gracias a restos encontrados en la propia muralla (en especial en la Puerta de San Vicente) y a diferentes estudios de expertos en la materia, que, donde hoy se asienta la muralla abulense, existía una muralla anterior datada en época romana. Sin embargo, no está claro que aquel recinto amurallado primigenio de pequeñas dimensiones constituyera el germen de la muralla abulense que conocemos hoy en día.

Otras fechas y datos nos pueden dar una idea más concreta de la época de construcción de la Muralla de Ávila. Para ello debemos remontarnos a finales del siglo XI, cuando se da comienzo la repoblación de Ávila con gentes venidas de otros puntos de la península. Con el aumento de población y una mayor relevancia de la ciudad, Raimundo de Borgoña ordena la construcción de una muralla que separase a la población y que sirviera a su vez como defensa de ésta. Se cree que fue en el año 1090 cuando se da el pistoletazo de salida a la ejecución de la obra y que se extiende a lo largo del siglo XII (se habla de que en el 1099 ya estaría finalizada, aunque parece improbable, ya que una obra de tal magnitud es sumamente difícil que se ejecute en apenas 9 años).

Fueron Casandro y Florín de Pituenga los encargados de guiar las obras de la muralla en las que participaron unos 2000 hombres. A pesar de que hoy luce la muralla de manera envidiable y su estado de conservación es magnífico, a lo largo de los siglos se tuvieron que llevar a cabo varias reformas, la última a comienzos del siglo XX.

 

Estructura

Estamos ante un ejemplo magnífico de arquitectura militar medieval. Algunos de sus elementos lo convierten en una obra única en Europa. Basta con fijarse en las dimensiones de la muralla abulense para darse cuenta de su importancia: la Muralla de Ávila mide 2516 metros de diámetro, con 88 torreones y con muros que llegan hasta los tres metros de anchura y 12 de altura (aunque en algunas partes de la muralla la altura es mayor). Además, y como veremos después, posee la Muralla de Ávila nueve puertas.

Se utilizaron para su construcción materiales como piedra, ladrillo, mortero y cal, formando una estructura compuesta por una serie de lienzos y cubos que se amoldan a los vaivenes del terreno en el que se asienta. Como hemos visto, la muralla ha sido restaurada y renovada a lo largo de los siglos, por lo que la estructura inicial ha ido cambiando y modificándose para irse adaptando a los nuevos tiempos.

 

Puertas de la Muralla de Ávila

En total son nueve las puertas que adornan la muralla abulense, siendo las Puertas del Alcázar y de San Vicente las más importantes y de mayor belleza. Las 9 puertas que componen la muralla de Ávila son:

Puerta del Alcázar: La más sobresaliente de nueve puertas de la Muralla de Ávila. De estilo románico y situada en la Plaza de Santa Teresa. Tiene dos torreones (uno a cada lado) unidos ambos por un puente.

Puerta del Peso de la Harina o de la Catedral: Es del siglo XVI y se accede a ella para recorrer el adarve.

Puerta de San Vicente: Otra de las puertas más destacadas de la muralla abulense. Llama la atención por la imagen tallada de un verraco en la piedra y por la aparición de restos romanos.

Puerta del Mariscal: el nombre hace referencia al Mariscal Don Álvaro Dávila

Puerta del Carmen: en la Puerta del Carmen llama poderosamente la atención una enorme espadaña.

Puerta del Puente

Puerta de la Malaventura: junto a ella estaba el barrio judío

Puerta de la Santa: llamada así por la figura más importante de Ávila, Santa Teresa de Jesús

Puerta del Rastro: la más moderna de las nueve que existen en la muralla

Además de las nueve puertas, en la muralla o junto a ésta se han levantado otro tipo de construcciones (en algunas ocasiones integradas en la propia muralla) como el Cimorro de la Catedral o distintos palacios.

 

Visitas a la muralla abulense

Por supuesto que uno no puede irse de Ávila sin, además de probar los dulces más famosos de la ciudad, las yemas de Santa Teresa, visitar la muralla. Para ello nada mejor que recorrer los tres tramos abiertos y los algo más de kilómetro y medio visitables de la estructura desde el adarve. También es posible disfrutar de la muralla gracias a los eventos culturales que tienen lugar en ella, en especial en los meses de verano (visitas teatralizadas, jornadas medievales el primer viernes de septiembre). Otra posibilidad es la de conocer la Muralla de Ávila de noche, momento en el que magia e historia se unen para regalar al viajero un instante único.

Por último, recomendamos a aquellos que recorran la Muralla de Ávila desde el adarve que no se pierdan las vistas que desde allí se tienen de la ciudad y del entorno, y dediquen un rato de su tiempo a sacar la cámara y conseguir imágenes de postal. Muralla y vistas no decepcionan ni al viajero más exigente.


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