De hecho Tánger estuvo bajo el protectorado de varios países entre los años 1923 y 1960, entre ellos bajo el protectorado español y el francés; países estos que compartían la soberanía del país en aquella época; esto se percibe a día de hoy en lugares como el antiguo barrio francés o el nuevo barrio español.

Esta mezcla de culturas e idiomas es lo que hace de Tánger un destino tan interesante a muy pocos kilómetros de nuestro país.

Además Tánger es una ciudad que en los últimos años se está poniendo de moda y muchos viajeros llegan hasta ella para admirar sus monumentos, recorrer las callejuelas de la Medina, descansar en sus playas, respirar el aroma de sus calles, degustar los deliciosos platos de su gastronomía o disfrutar de un té en cafés como el café Hafa.

Comenzamos la ruta por Tánger en la plaza más famosa de la ciudad que es la plaza 9 de abril, también llamada Gran Zoco. Se encuentra justo a la entrada de la Medina y en ella se encuentran importantes edificios de la ciudad; uno de estos edificios es la Mezquita Sidi Bouabid con su majestuoso minarete de cerámica azul y roja. En esta plaza también está el cinema Rif.

Al lado de la plaza 9 de Abril se encuentran los jardines de la Mendoubia, un lugar perfecto para relajarse antes de afrontar la parte más bulliciosa de la ciudad como es la Medina.

Una vez dejada atrás la plaza 9 de abril es el momento de adentramos en la Medina; como todas las ciudades árabes, Tánger cuenta con su Medina; es decir, esa parte de las ciudades árabes repletas de callejuelas, cafés y zocos que es donde mejor podemos conocer la vida en estas ciudades… pero el caso de Tánger es un poco distinto puesto que en su medina se percibe también la influencia que tuvieron los países occidentales en ella. Aún así merece la pena perderse en las callejuelas de esta parte de la ciudad y comprar algunos de los productos típicos de la cultura árabe en sus zocos.

Uno de los edificios que nos encontramos en esta parte de la ciudad es la Iglesia misión católica; un caso curioso de un edificio católico en un país musulmán.

En la parte alta de la Medina se encuentra la Kasbah, se trata de la zona fortificada de la medina, zona rodeada de murallas y que en su interior aparecen edificios de color azul y blanco típicos de esta parte de la ciudad. El edificio más importante de los que nos encontramos en la Kasbah (o Alcazaba) es el actual museo de la Kasbah (Dar el – Makhzen o palacio del gobernador) el cual, a día de hoy, es la sede del museo de artes marroquíes. En esta parte de la ciudad están también la mezquita Bit-El Mal y la plaza del Kasbah.

De especial interés es también el barrio Beni Iddeer, ubicado al sur de la ciudad vieja y en donde se alzan dos de los edificios importantes de Tánger; uno de ellos es la preciosa Sinagoga de Nahón convertida hoy en museo; el otro la Legión Americana, palacio que fue propiedad de EE.UU y cuyas dependencias cuentan con una magnífica colección de pinturas de Marruecos y con una biblioteca.

Dejamos la Medina y nos adentramos en la ciudad nueva, uno de los barrios más interesantes de esta parte de la ciudad es el barrio de San Francisco; aquí podemos visitar la catedral de Tánger, la mezquita de la ciudad de Mohamed V, el cementerio inglés de San Andrés y el hospital español.

Otros lugares que destacamos fuera de la zona de la Medina son el Barrio del Marchan (donde está el famoso hotel Hafa), el paseo marítimo y el puerto.

Por último destacar un lugar que, aunque se encuentra fuera de la ciudad (aproximadamente a 20 km), es uno de los lugares de obligada visita si viajamos a Tánger; nos referimos al cabo Espartel donde disponemos de unas vistas inmejorables del estrecho y a las Cuevas de Hércules.