Después de recorrer las calles del Albaicín de Granada y las históricas plazas y callejuelas del barrio Gótico de Barcelona, seguimos esta serie dedicada a los barrios más famosos de España descubriendo el barrio de Triana de Sevilla. Uno de esos barrios con identidad propia, donde los vecinos pueden decir con orgullo que son trianeros de pura cepa.

Mucho ha cambiado el barrio de Triana desde que, en el siglo XII, Abu Yaquf Yusuf ordenara construir el conocido como “Puente de las barcas”, un rudimentario puente de maderas asentadas sobre varias barcas que estuvo en funcionamiento durante 700 años y que contribuyó a romper el aislamiento de Triana con la Sevilla de la otra orilla del Guadalquivir. Aquel barrio de tradición marinera y alfarera acabó convirtiéndose en un barrio de artistas y de lugares en los que apreciar el carácter andaluz. Comenzamos un paseo que nos llevará a recorrer los rincones más carismáticos de uno de los barrios más conocidos de España: el barrio de Triana.

Puente de Triana

Aquel “Puente de las barcas” del que hemos hablado en la introducción, estuvo en funcionamiento hasta el siglo XIX, concretamente hasta el año 1852, cuando se levanta el “Puente de Isabel II” o como se conoce popularmente “Puente de Triana”.

El Puente de Triana, además de ser uno de los iconos del barrio, es el que se utiliza para acceder desde la zona más monumental de la capital hispalense hasta el barrio de Triana. Los trianeros pueden decir con orgullo que su Puente de Triana es el puente de hierro más antiguo de nuestro país.

Antes de cruzar el puente, al lado derecho del mismo, se encuentra otro de los monumentos más queridos por los vecinos de Triana, la Capilla del Carmen. Se trata de una capilla de 1928 diseñada por Aníbal González en honor a la Virgen del Carmen, patrona de los marineros. Tiene dos partes bien diferenciadas, un edificio más pequeño y una torre. En el interior destaca un cuadro de la Virgen del Carmen con el niño.

Plaza del Altozano

Podríamos considerar a esta plaza como el centro neurálgico del barrio. Se toma como referencia para buscar otras calles y monumentos del barrio de Triana.

Mercado de Triana

No sabíamos si hablar del Mercado de Triana junto con el Castillo de San Jorge o hacerlo por separado, ya que el mercado de Triana se encuentra integrado en los restos del que fuera conocido como Castillo de San Jorge. Sin embargo, creemos que un Mercado como el de Triana tiene vida e identidad propia. Aquí es donde se juntan las gentes del barrio para hacer su compra diaria. El mercado es de 1823, aunque ha sufrido remodelaciones posteriores como las de 1922 y 2001. En él encontramos puestos de todo tipo, además de varios bares y restaurantes donde parar a tomar algo.

Castillo de San Jorge

Como decíamos, los restos del Castillo de San Jorge sirven de base para el Mercado de Triana. Se trata de un castillo del siglo XIII de origen visigodo. Lo más notable de esta construcción es que sirvió para albergar la sede de la Santa Inquisición durante más de tres siglos, concretamente desde los siglos XV al XVIII. Hoy se utiliza como sede del Centro Temático de la Tolerancia.

Junto al Castillo de San Jorge está el conocido como “Callejón de la Inquisición”. Se trata de una pequeña callejuela que conecta las calles Castilla con el Paseo de la O. Este pequeño pasadizo era el que se utilizaba para conducir a aquellos presos que eran condenados por el tribunal de la Inquisición. Actualmente son los vecinos del barrio y los turistas quienes recorren diariamente los 35 metros que mide el callejón.

Calles más famosas de Triana

Triana hay que vivirla y saborearla. Sin embargo, el barrio posee un puñado de calles imprescindibles para visitar:

Calle Betis: Para algunos “Betis” es un equipo de fútbol, para otros es una de las calles más icónicas de Triana. Triana no se entiende sin la calle Betis y la calle Betis no se entiende sin Triana. Son varias las razones por las que esta calle es un símbolo del barrio. Podemos hablar de la belleza que da a la calle el que discurra paralela al río Guadalquivir. Sus casas de colores junto al río también la convierten en algo especial. Otra de las razones que hacen de esta calle algo único en el barrio son las excelentes vistas que se tiene desde ella de los monumentos más famosos de Sevilla. También podemos mencionar sus bares de tapas o a su ambiente nocturno. Pero lo que hace distinta a esta calle es que es única, como si tuviera identidad propia.

Calle San Jacinto: Otra de las calles principales del barrio de Triana. Su fisionomía nada tiene que ver con la Calle Betis. La calle San Jacinto es una calle en su mayor parte peatonal, muy transitada y comercial. Posee varios edificios interesantes como la Iglesia de San Jacinto o la Casa de los Mensaque.

Calle Pureza: Otra de las calles más emblemáticas del barrio de Triana. Allí está la Iglesia de Santa Ana, una construcción del siglo XIII de estilo gótico – mudéjar. Se dice que fue mandada construir por Alfonso X el Sabio después de curarse de una enfermedad en los ojos, gracias a la intercesión de Santa Ana. Sea como fuere, la Iglesia de santa Ana está considerada, por su importancia, como la “Catedral de Triana” y cuenta con un extraordinario retablo mayor.